Hoy os traemos el caso clínico de un perro de raza bóxer que vino a la clínica veterinaria Kivet de Villanueva de la Serena (Badajoz). ¡El resultado os va a impresionar!
- Nombre: Kiro
- Especie: Perro
- Edad: 8 años
- Dolencia: Herida abierta en el testículo
Motivo de la visita
Los propietarios de Kiro, un bóxer de nueve años, lo trajeron a consulta porque habían visto que tenía una herida en un testículo. Nos comentaron que Kiro vive en el campo y ellos van a verlo cada dos o tres días y que la última vez que fueron, todo estaba bien.
También notaron que la tolva del pienso no había bajado como debería y el animal estaba triste. Estaban asustados porque también habían visto sangre en la casa donde el animal suele estar.
Hallazgos de la exploración
La exploración fue difícil de realizar ya que Kiro es un animal desconfiado. Y nos complicó la manipulación.
Al revisar la herida desde lejos vimos numerosas larvas de mosca cubriendo toda la lesión que, en un primer momento, no parecía demasiado profunda. ¡Necesitábamos acercarnos más!
Pruebas diagnósticas
Para poder manipularlo mejor, lo primero que hicimos fue sedar al animal y comprobamos que la herida era más profunda de lo esperado.
Diagnóstico
El diagnóstico de Kiro era miasis en testículo. Probablemente el animal se habría hecho una pequeña herida en la zona con un palo o algo similar, y debido a la molestia, habría empezado a chuparse haciendo la herida cada vez mayor.
Tratamiento médico
Para la cura de la lesión procedimos a realizar una limpieza extrayendo todas las larvas una a una y limpiando toda la herida muy cuidadosamente.
El tejido estaba en muy mal estado y apreciamos una gran infección de la zona. Había larvas tan escondidas entre los tejidos que era imposible poder sacarlas. Para que murieran todas las larvas que no pudimos extraer, le pusimos una inyección de ivermectina.
Una vez finalizada la limpieza, le pusimos:
- Un tratamiento antibiótico con Baytril durante 10 días y meloxicam.
- Curas diarias primero con clorhexidina y después con suero fisiológico.
Se llevaron al animal a casa para poder vigilarlo y le pusimos un collar isabelino para que no se chupara la herida.
Le recomendamos a los dueños que vigilaran que el animal comiera y bebiera con normalidad. Y además le pusimos un complejo vitamínimo que ayudaría a la recuperación del animal durante este periodo.
Evolución
Seguimos la evolución de Kiro a diario gracias a que el propietario nos mandaba fotos donde apreciamos una mejoría evidente de la herida con el tejido sano cicatrizando y la inflamación de la zona cada día era menor.
La herida tardaría en cerrar por completo porque era muy profunda pero, tras 10 días de tratamiento, lo retiramos y mantuvimos solo el collar isabelino y curas hasta su total cicatrización.
¡Después del tratamiento el animal se encuentra recuperado por completo!
Clínica Kivet donde se le atendió
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