El hipertiroidismo en gatos es la enfermedad endocrina más común entre los gatos de cierta edad y se produce por un aumento en la producción de hormonas por parte de la glándula tiroides. Además de controlar cómo el cuerpo usa la energía, dichas hormonas afectan prácticamente a todos los órganos del cuerpo y, en exceso, pueden ser perjudiciales para la salud, tanto en humanos como en animales.
¿Sabías que más del 10% de los gatos mayores de 10 años padecen de hipertiroidismo?
En el artículo de hoy, te contamos más sobre esta común enfermedad en gatos y cómo tratarla siguiendo recomendaciones de nuestros veterinarios.
Causas del hipertiroidismo felino
La glándula tiroides se encuentra ubicada en la zona del cuello y desempeña un papel fundamental en la regulación de la tasa metabólica del cuerpo.
En el caso de los felinos, el hipertiroidismo en gatos está causado por la concentración excesiva de hormonas tiroides circulantes, como la tiroxina (también conocida como T4) y la triyodotironina (o T3) producidas por la glándula tiroides.
Cuando la glándula tiroides produce más hormonas de la cuenta, la función metabólica de tu gato funciona a una velocidad mucho mayor de la habitual y hace que afecte de forma negativa a la mayor parte de los órganos de tu mascota.
Cómo saber si tu gato padece hipertiroidismo
El hipertiroidismo felino es una enfermedad que se desarrolla gradualmente y, por eso, es común pasar los síntomas por alto al principio.
Así que la forma más efectiva de detectar si tu gato padece hipertiroidismo es a través de una analítica en tu consulta veterinaria de confianza que mida si realmente hay un aumento de los niveles de tiroxina (T4).
De modo que te recomendamos que prestes atención a los síntomas que te contamos a continuación y, en caso de ver que alguno de ellos persiste, acudir a tu veterinario más cercano.
No te pierdas nuestro artículo sobre Afecciones que se parecen al síndrome de Down
Pérdida de peso
Este es uno de los síntomas más fáciles de detectar por los dueños ya que, aunque tu gato sigue comiendo las mismas cantidades que siempre (o incluso más), pierde peso de manera progresiva.
Aumento de la sed y producción de orina
Como ya sabes, a partir de cierta edad resulta complicado hacer que tu gato beba la cantidad de agua necesaria. Por eso, en casos de tiroidismo, tu gato comenzará a ingerir mayor cantidad de agua y por tanto, visitará con más frecuencia el arenero.
Jadeos y sofocos
Cuando padece hipertiroidismo, el sistema metabólico de tu gato va a más velocidad de la habitual y por eso es normal que veas que tu felino se haga más sensible al calor. No es de extrañar que lo veas buscando lugares frescos y que, en ocasiones, jadee a causa de la temperatura.
Además, algunos gatos están más activos de la cuenta y maúllan sin causa aparente.
Diarrea o vómitos
Tal y como hemos comentado antes, las glándulas tiroides regulan el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo, el estómago entre ellos.
En el caso del estómago el movimiento es fundamental para que los alimentos se desplacen correctamente desde el esófago hasta el ano. Al aumentar la actividad de dicho órgano, es posible que aparezcan diarreas o vómitos.
Hipertensión
Debido al sobreesfuerzo que hace el corazón para compensar el aumento del metabolismo, las pulsaciones de tu gato aumentan y aparecen las arritmias que deben ser tratadas por un especialista.
Qué cuidados necesita tu gato con hipertioridismo
Si tu gato ha sido diagnosticado con hipertiroidismo, es posible que tu veterinario te haya hecho alguna de las recomendaciones que te dejamos a continuación. Eso sí, ¡recuerda siempre seguir al pie de la letra las indicaciones de los expertos!
Medicamentos
En la mayoría de los casos, el hipertiroidismo se combate con la ingesta de medicamentos orales previamente recetados por tu veterinario.
Dieta baja en yodo
Una buena alternativa aunque no tan efectiva en caso de que la enfermedad esté muy avanzada en elegir un pienso bajo en yodo. Te recomendamos que amplíes este este punto con nuestro artículo ¿Cómo elegir el pienso adecuado?
Intervención quirúrgica
En aquellos casos en los que la afección está demasiado extendida y, si tu mascota no reacciona favorablemente a los tratamientos, puede que tu veterinario recomiende extirpar la glándula afectada.
Como prevención, es recomendable que se realice una analítica anual a los gatos mayores de 8 años para revisar que todos los niveles estén correctos. Recuerda que en Kivet ponemos a tu disposición a nuestro equipo de expertos en medicina felina.
Recuerda que tienes más de 50 centros veterinarios Kivet entre España y Portugal con un equipo de más de 250 profesionales y servicios veterinarios especiales para atender a tu mascota junto a los Planes de Salud para mejorar su calidad de vida.