Hoy queremos contarte la historia de un gatito muy particular. Se llama Odín, y es que su nombre ya lo dice todo: “Dios principal de la mitología nórdica” y aunque no sabemos si llegará a leyenda, lo que sí sabemos es que su historia, al igual que la de su tocayo merece ser contada. ¡Muy atentos!
- Nombre: Odín
- Especie: Gato
- Edad: 1 año
- Dolencia: Ojo ciego y cojera
Kivet y la labor de las protectoras
Odín es un gato de aproximadamente 1 año de edad que fue rescatado por una de las protectoras con las que colaboramos desde Kivet. Esta protectora lleva a cabo la labor de capturar, esterilizar y soltar; conocido como el método C.E.S.
Pero la protectora observó que Odín era muy sociable y sobre todo, era muy especial, ya que padece con una pequeña discapacidad. Uno de sus ojos no puede ver al 100% y además camina de lado manifestando una leve cojera, pero ello no le impide en ningún momento hacer una vida normal.
Desde Kivet, creemos que estas patologías pueden haber sido producidas por algún atropello en la calle, o incluso por maltrato animal.
Debido a estos problemas físicos, la protectora decidió esterilizar a Odín para posteriormente darlo en adopción, ya que soltarlo podría haber sido muy peligroso para este gatito.
Desde el Departamento de Adopciones del grupo Iskaypet, que desde el principio estuvo muy volcado en este caso y la Clínica de Kivet Rivas (Madrid) se propusieron encontrar la familia perfecta para él.
Una familia para Odín
A Odín, que anteriormente era llamado de forma cariñosa Sr. Croqueta, no le costó nada ganarse el cariño de todo el equipo de Rivas. Y a pesar de que pasaban los días y nadie se interesaba por él nadie tiró la toalla en encontrar un nuevo hogar para este gato.
Con paciencia llegó el gran día que le cambiaría la vida para siempre. Lucía y Antonio se enamoraron locamente de él. El equipo de Rivas les contó lo cariñoso que era y su leve discapacidad. Fue este último detalle el que aumentó aún más todavía el interés de esta familia.
Uno de los motivos de la adoptación es que Álvaro, —el hijo de Lucía y Antonio—, fue diagnosticado de cáncer y le amputaron una pierna, pero esto no le hizo perder la sonrisa y la ilusión de tener un gatito. Por lo que adoptar a Odín iba a ser muy sanador para ambos, ya que después de todo lo pasado solo queda un futuro lleno de amor.
Un final feliz para Odín y Álvaro
Sus padres no lo dudaron un instante y adoptaron oficialmente a Odín. Cuando Álvaro vio al nuevo integrante de su familia y cuando Odín vio a Álvaro… ¡No podían creérselo! Álvaro había cumplido su sueño de poder cuidar de un gatito y Odín había encontrado a su familia, una para toda su vida.
Clínica donde se le atendió
Gracias a la involucración del equipo veterinario de Kivet Rivas, a la protectora que le rescató de la calle y al Dpto. de Adopciones, Odín ahora forma parte de una familia muy especial y nosotros nos sentimos muy orgullosos de poder haber unido a estos dos grandes amigos.