No cabe duda de que, si a tu perro le da un ataque de epilepsia, lo primero que debes hacer es acudir al veterinario, lo haya sufrido con anterioridad o no. La epilepsia desencadena crisis convulsivas y es de vital importancia que un profesional veterinario examine al animal y pueda confirmar un diagnóstico.
En este post sabrás todo lo relacionado con esta enfermedad. ¡Sigue leyendo!
¿Existen diferentes tipos de epilepsia en perros?
Cuando el profesional veterinario haya realizado la revisión pertinente y haya diagnosticado la epilepsia podrá distinguir entre:
- Epilepsia idiopática.
- Epilepsia adquirida.
A continuación, explicamos la diferencia:
Epilepsia idiopática en perros
En este caso, el profesional veterinario no logra encontrar la causa que provoca dicha epilepsia, aunque se cree que podría existir un desequilibrio en determinadas sustancias químicas vinculadas a la transmisión de impulsos eléctricos en el cerebro.
Epilepsia adquirida en perros
En este caso, el profesional veterinario sí conoce el origen que provoca dicha epilepsia. Estos pueden ser algunos de los motivos:
- Problemas en el sistema nervioso o el hígado.
- Daños producidos en el cerebro por patologías o por un accidente.
- Algunas razas de perro son más propensas a padecer epilepsia; siendo estas el teckel, pastor alemán, beagle, husky siberiano, caniche… entre otras razas.
¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia en un perro?
En la mayoría de los casos, podrás reconocer un ataque de epilepsia canina en el cual verás movimientos involuntarios. Con frecuencia son fuertes contracciones musculares acompañadas de rigidez de las extremidades y suelen agravarse con el tiempo.
En el perro se pueden distinguir 4 fases:
- Prodomo (fase previa al ataque).
- Aura (inicio de la crisis).
- Periodo ictal (la convulsión en sí).
- Periodo posictal (final del proceso del ataque).
En estas fases puedes distinguir los siguientes síntomas:
- Nerviosismo repentino.
- Ansiedad.
- Muestras de apego repentinas provocadas por la inquietud del animal.
- Vómitos.
- Defecación.
- Micción.
- Convulsiones generales o parciales.
- Sed o hambre.
- Desorientación.
- Síntomas de debilidad.
- Ceguera.
Los ataques epilépticos en perros son diferentes en su proceso dependiendo del animal, ya que unos pueden presentar la mayoría o parte de los síntomas anteriormente descritos o incluso producir nuevos comportamientos como movimientos compulsivos en un corto periodo de tiempo, ladrar sin parar, etc.
¿Cómo debes actuar si tu perro tiene un ataque epiléptico?
Sigue estas recomendaciones si tu perro está teniendo un ataque epiléptico y, sobre todo, mantén la calma, sabemos que este tipo de situaciones son muy difíciles de llevar, pero una buena actuación a tiempo hará que tu perro pueda pasar el ataque lo mejor posible, dentro de lo que cabe, y puedas acudir urgentemente al veterinario:
- Si tu perro comienza a tener un ataque y se encuentra en un lugar donde pueda hacerse daño, retira todos los objetos con los que se pueda lastimar o llévale a un lugar donde no pueda herirse.
- Es de vital importancia que no toques al perro cuando las convulsiones parezcan que hayan acabado, ya que se podría producir una nueva serie de ataques.
- No saques la lengua de su boca y tampoco introduzcas nada entre su dentadura.
- Automáticamente después de que haya acabado el ataque, llévale al veterinario.
- Pero si el ataque perdura más de 5 a 7 minutos, considéralo como una urgencia y necesitará asistencia veterinaria de inmediato. Si un ataque epiléptico dura más de este tiempo, el perro puede llegar a fallecer.
¿Existen tratamientos para evitar los ataques epilépticos en perros?
Actualmente existen fármacos que se pueden utilizar en los perros que sufren ataques epilépticos cuya finalidad es reducir en lo máximo posible el número de ataques, gravedad, frecuencia… Con estos fármacos se intentará reducir los síntomas de la epilepsia canina, pero ninguno puede conseguir que estos ataques desaparezcan al 100 %.
¿Si mi perro padece epilepsia, cuál es su esperanza de vida?
Todo va a depender del estado de salud del perro, del tipo de epilepsia que padezca y, sobre todo, del control periódico veterinario. Pero por lo general, los perros que padecen de epilepsia pueden vivir entre los 5 y los 10 años.
Por último, existen ataques epilépticos que los perros pueden sufrir sin padecer epilepsia como resultado de síntomas de otras enfermedades como, por ejemplo:
- Hidrocefalia.
- Traumatismos.
- Intoxicación.
- Bajadas de azúcar.
- Tumor cerebral.
- Encefalitis.
- Accidentes cardiovasculares.
- Malformaciones congénitas.
- Meningitis.
- Enfermedades metabólicas.
Lo más importante es saber que los perros pueden sufrir convulsiones por diferentes motivos, y lógicamente es muy importante acudir al veterinario para determinar la causa de esa convulsión y poner el tratamiento adecuado lo antes posible.
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