Los casos clínicos de perros con espigas clavadas son bastante frecuentes, lo que difiere de unos a otros suele ser el lugar donde se hacen daño. Hoy te contamos uno muy curioso que tuvo lugar en la clínica veterinaria Kivet de Terrasa en Barcelona.
- Nombre: Otto
- Especie: Perro
- Edad: 1 año
- Dolencia: Estornudos
Motivo de la visita
La propietaria de Otto, un perro de 1 año, nos contó que el día anterior habían estado de paseo por el campo y que al volver a casa Otto no paraba de estornudar.
A la mañana siguiente amaneció mejor pero aun así decidió traerlo a la consulta para asegurarse de que no había sido nada. ¡Así de responsables nos gustan los dueños!
Hallazgos de la exploración
La información que nos dio su dueña nos hizo pensar que podría tener una espiga en la nariz, así que decidimos anestesiarlo para explorar debidamente su cavidad nasal.
¡Y no nos equivocábamos! Allí se encontraba adherida una espiga a la mucosa nasal. Algo no tan frecuente en esta época del año, pero con lo que siempre debemos tener precaución.
Pruebas diagnósticas
Con esta información ya no necesitábamos hacer analíticas.
Diagnóstico
El diagnóstico era claro: cuerpo extraño en la cavidad nasal, una vez más se trataba de una espiga.
Tratamiento: extracción de la espiga
Aprovechando que Otto ya estaba sedado procedimos a extraer la espiga con la ayuda de un otoscopio y unas pinzas de cocodrilo. ¡Y voilá! Fin del problema, acto seguido despertamos a Otto.
Tratamiento médico
Una vez que Otto se había despertado, lo mandamos a casa y le recetamos antibióticos y antiinflamatorios.
Evolución
Hicimos un seguimiento telefónico porque la familia de Otto se fue de vacaciones y las imágenes hablan por sí solas. Otto se recuperó perfectamente y lo pasó de maravilla.
Clínica Kivet donde se le atendió
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