En el siguiente post, vamos a centrarnos en unos de los problemas más comunes entre las mascotas caninas. Se trata de aquellas enfermedades que afectan al tracto urinario. ¡Toma nota!
¿Dónde se produce la infección de orina?
La infección de orina se puede producir en cualquiera de las partes que forman este sistema: riñones, uréteres, uretra y vejiga. Según donde esté localizada tendrá un nombre específico y podrá afectar negativamente al resto de partes que forman el sistema urinario:
- En el caso de la cistitis, la infección se encuentra en la vejiga.
- En el caso de la prostatitis, la infección se encuentra en la próstata.
- En el caso de la nefritis o pielonefritis, la infección se encuentra en los riñones.
- En el caso de la uretritis, la infección se encuentra en la uretra.
Síntomas de la infección de orina en perros
Los síntomas más frecuentes de infección urinaria en perros son:
- El perro micciona con mucha frecuencia, poca cantidad y parece tener molestias al hacerlo.
- Incapacidad para orinar, esto puede deberse a una inflamación de la próstata o a la presencia de cálculos renales o uretrales, en estos casos es urgente acudir al veterinario.
- La orina es turbia, presenta mal olor y puede contener sangre.
- Dolor al miccionar.
- El perro orina en lugares no habituales, puede deberse a la pérdida de control de la vejiga.
- Inflamación e irritación alrededor de los genitales externos, lo que puede provocar el lamido frecuente de la zona.
- Aumento del consumo de agua.
- Fiebre.
- Pérdida de peso, debido a la disminución del apetito.
- Inquietud y jadeo excesivo provocado por el malestar y la ansiedad.
- Cambios en el estado de ánimo del perro, signos de depresión o letargo.
¿Cuáles son las causas de la infección de orina en perros?
Generalmente son ocasionadas por:
- Microorganismos.
- Hongos.
- Micoplasmas.
- Virus.
- Parásitos o bacterias que se instalan en el tracto urinario.
Las bacterias son los microorganismos más frecuentes causantes de estas infecciones, en especial la bacteria Escherichia coli. Aunque, también son habituales:
- Staphylococcus.
- Proteus.
- Enterococcus.
- Klebsiella.
- Streptococcus.
- Enterobacter.
- Chlamydia y Pseudomonas.
Pueden aparecer por el contacto con un perro enfermo o pueden originarse por sí solas debido a estas causas:
- El perro no micciona con frecuencia, lo que puede originar una lesión renal y colonización bacteriana.
- Determinadas enfermedades, como la existencia de tumores, pueden favorecer la aparición de infecciones de orina.
- Cambios hormonales.
- Cálculos renales o uretrales como el caso clínico de Akira que gracias a los análisis de orina se detectó sangre y cristales, y se pudo diagnosticar: piedras en la vejiga.
Diferencia entre infecciones urinarias en hembras y machos
Las hembras son más susceptibles a padecer estas infecciones debido a que la uretra es más corta y es más fácil que los microorganismos lleguen a la vejiga.
Sin embargo, aunque las infecciones en machos sean menos habituales, son más difíciles de tratar, ya que los antibióticos tienen difícil acceso a los lugares donde se agrupan las bacterias, especialmente cuando se trata de una infección de próstata o prostatitis.
Diagnóstico veterinario
Para confirmar el diagnóstico, el veterinario realizará un análisis de orina.
Los resultados del análisis se recogen a partir de una cinta reactiva introducida en la muestra de orina. Mediante esta prueba se puede conocer el:
- pH de la orina.
- Glucosa.
- Los niveles de proteínas.
- Bilirrubina.
- Cetonas.
- Nitratos y otras sustancias indicadoras del estado de los órganos.
Además, se evalúa el olor, color, densidad y apariencia general de la orina. Y con la ayuda de un microscopio se comprueba la presencia de elementos que indican infección como: bacterias, hongos o células, como glóbulos blancos. Puede que haga falta hacer analíticas adicionales.
Para conocer la bacteria especifica que causa la infección es necesario hacer un urocultivo.
Se recurre a ecografías y radiografías cuando existe sospecha de inflamación de próstata, cálculos u otros problemas obstructivos.
Recomendaciones para la prevención de infecciones de orina
Como siempre la mejor solución es la prevención y ser proactivos a la hora de proteger a tu mascota. Finalmente estos consejos, ayudarán a evitar posibles infecciones:
- Disponer de agua fresca y limpia al animal en todo momento.
- Sacarle a pasear para permitirle orinar con frecuencia.
- Consultar con el veterinario la posibilidad de administrar al animal una dieta específica para perros susceptibles a desarrollar cálculos en el tracto urinario.
- La esterilización puede ser un buen tratamiento preventivo de las infecciones de orina en perros.
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