En muchas ocasiones, y sobre todo en épocas de festejos como la Navidad, los perros y los gatos suelen sentirse estresados y con ansiedad por los ruidos. Casi siempre provocados por el sonido de los cohetes, los fuegos artificiales, o el mismo bullicio de las personas en la calle.
El estrés que sufren pueden llegar al punto de crearles una fobia difícil de curar sin la ayuda de un experto en conducta animal. Pero antes de llegar a ese extremo podemos hacer mucho por nuestro amigo. ¡Sigue leyendo!
¿Cuales son los efectos visibles del miedo a los ruidos?
Ante las situaciones anteriormente citadas, cada mascota se comportará de una manera diferente, habrá animales que no reaccionen ante dichos estímulos, y otros que pueden verse altamente afectados presentando algunas de estas reacciones visibles:
- Temblores.
- Conducta de huida.
- Hipersalivación.
- Ladridos.
- Micción o defecación involuntaria.
Para hacer más llevadero los días en los que existen ruidos molestos para tu mascota, existen tranquilizantes que pueden ayudar a tolerarlos y evitar que sufra este tipo de reacciones los días señalados del almanaque.
La decisión de si tu mascota debería tomar tranquilizantes está en la mano de tu veterinario de confianza. Solo él podrá valorar tras una revisión o consulta, si es necesario que le suministres algún medicamento y cuál es la mejor opción para reeducar su comportamiento.
¿Qué puedes hacer para tranquilizar a tu mascota?
Antes de describir las clases de tranquilizantes y sus efectos, recuerda que tanto los perros como los gatos, y otros animales, tiene el sentido del oído mucho más desarrollado y sensible que el del ser humano.
Es por esto que hay que entender a nuestra mascota sin enfadarnos ni perder la paciencia cuando se alteran por algún ruido. Ellos oyen diferente a nosotros. Imaginate lo que puede ser para los animales una ráfaga de fuegos artificiales. ¡Un grandísimo estruendo!
Aclarado esto, continuamos con la descripción de los tres tipos de tranquilizantes más usados cuando se necesita una ayuda extra, para calmar a las mascotas en estas fechas.
1.- Relajantes naturales para mascotas sin efectos negativos
La primera opción es el uso de las sustancias naturales por sus efectos relajantes, debido a que suelen contener aminoácidos como el triptófano. Este aminoácido es precursor de la serotonina, un neurotrasmisor con funciones en el estado de ánimo que ayuda a bajar los niveles de estrés.
Son muy seguros, y correctamente dosificados, no tienen ningún efecto adverso.
Se puede duplicar la dosis en situaciones de máximo estrés e incluso se pueden administrar durante meses sin consecuencias para la mascota.
No debemos buscar un efecto sedante ya que no lo obtendremos, debemos conocer en cada caso qué producto es el mejor y que efecto provocará en nuestra mascota para no frustrarnos.
2.- Feromonas para tranquilizar a tu mascota
Las feromonas son un tratamiento apaciguante, los cuales provocan un estado de calma y bienestar que facilita la adaptación de tu mascota al estímulo externo que le provoca la ansiedad o estrés.
No poseen efectos secundarios, pero deben usarse según la recomendación del fabricante. Además, tu veterinario te orientará en su adecuada utilización ya que los efectos tendrán una duración dependiendo de la dosis y del tamaño del animal.
Por lo tanto, son altamente recomendadas en viajes, mudanzas, nuevos compañeros humanos o animales desconocidos en casa, y en otras circunstancias que pueden provocar nerviosismo o estrés.
3.- Fármacos para mascotas sí, pero en situaciones muy concretas
Este tipo de productos debe quedar reservado para situaciones complicadas y muy concretas, aunque aparentemente la mascota está más tranquila, no es así. Al seguir interpretando el estímulo como peligroso el miedo continúa. Lo que pasa es que el fármaco enmascara el síntoma y lo deja aparentemente relajado.
Los fármacos se administran vía oral, pero también existen en formato inyectable (exclusivo de uso profesional). Se recomienda que el animal se quede ingresado en la clínica veterinaria para monitorizar su estado.
Los efectos tienen una duración variable dependiendo del tamaño y peso del perro y de la dosis administrada. Pueden tener una serie de contraindicaciones que tu veterinario te informará previamente en caso de duda.
El ejercicio físico como terapia antiestrés
Parar finalizar, y a modo de resumen, recuerda que lo primero que tienes que hacer es averiguar qué es lo que le provoca el miedo, la ansiedad o el estrés. Saber el motivo es fundamental para un tratamiento efectivo, con o sin medicamentos.
Una vez que hayas reconocido qué es lo que desencadena el estado alterado a tu mascota, pide ayuda a un veterinario o experto en conducta animal y sigue sus consejos. Nunca automediques a tu amigo, puede ser muy perjudicial.
Y para terminar, aunque cada caso y cada animal tiene su peculiaridad, el ejercicio físico diario es una de las terapias más eficaces para tener una mascota equilibrada. Algo tan aparentemente rutinario como pasear, ayuda a que nuestro amigo se desestrese y no desarrolle miedos ni fobias. ¡Asegúrate de que tu mascota hace el ejercicio suficiente para estar saludable!