Todos envejecemos… Y en ese ‘todos’, tu mascota también está incluida. Pero, ¿a partir de qué edad se puede considerar que tu mejor amigo está entrando en la tercera edad? Normalmente suele ser a partir de los siete años aproximadamente.
Por tanto, si tu perro o gato ya los ha cumplido tendrás que prestar atención a una serie de detalles para prevenir y mejorar su calidad de vida de tu perro o gato senior. ¡Sigue leyendo!
¿Cuáles son las señales de envejecimiento en perros y gatos?
Los primeros síntomas y dolencias más comunes que afectan a las mascotas mayores incluyen:
- Problemas de obesidad. Los gatos y los perros mayores al llevar una vida algo más sedentaria suelen ganar peso. En este post te contamos cómo saber si tu perro tiene sobrepeso.
- Trastornos dentales. Sarro y pérdida de dientes El acumulo de sarro durante años si regularmente no hemos hecho revisiones dentales llevarán a la pérdida de dientes.
- Cambios en los hábitos urinarios e intestinales. Descuidan su aseo y empiezan a hacer sus necesidades fuera de las zonas y los horarios habituales.
- Pérdida de la calidad del pelo. El pelaje se vuelve áspero y pierde brillo.
- Cambio en los patrones de sueño. Muchas de estas molestias pueden provocar que les cueste conciliar el sueño y como consecuencia estarán más cascarrabias.
- Problemas en la visión y el oído. Pierden audición igual que nosotros, con los años pueden sufrir cataratas causando ceguera.
- Pérdida de agilidad. Tardan en reaccionar y se vuelven más asustadizos.
Estos son los signos más comunes a todas las razas, sin embargo, los cambios a los que se enfrentan los perros y los gatos cuando envejecen pueden variar según la especie. Por ejemplo, los perros de razas pequeñas suelen padecer problemas del corazón mientras que los riñones son de los primeros órganos que muestran signos de envejecimiento en los gatos.
¿Cómo puedo cuidar a mi perro y gato senior?
Puedes ayudar a los animales mayores a adaptarse a estos cambios de diversas maneras, lo ideal es que empieces modificando el entorno de tu mascota adaptándolo a sus nuevas necesidades y cambiando la forma en que interactúas con tu mejor amigo. Por ejemplo:
- Adapta la intensidad y el tiempo de los paseos a su condición física.
- Asegúrate de que la cama de tu perro o de tu gato es amplia y cómoda.
- Aumenta la frecuencia de los chequeos dentales.
- El pienso que le ofreces a tu mascota debe ser el adecuado para su edad y su peso.
Otra cosa que puedes hacer es conseguir diagnosticar los problemas a tiempo, ¿cómo? Con la ayuda de más chequeos en el veterinario, y haciendo uso de los medicamentos y suplementos adecuados que te recomienden.