Buenos días:
Tengo una gata de seis años, cruce de siamés. Es doméstica, vivimos en un piso y no sale a la calle, salvo cuando la he llevado al veterinario para vacunarla.
Es algo arisca, pero cuando se pone en celo, se vuelve muy cariñosa y busca que la acaricien, se revuelca mucho por el suelo, y maúlla fuerte. Hasta aquí todo ocurre igual que en todos los celos, pero a veces vomita y cuando se le pasa, tiene una etapa agresiva, sopla constantemente, y ataca a las piernas dando manotazos, a quien pasa por su lado. Tras unos días, se le pasa y vuelve a su estado natural, hasta el próximo celo. No sé si esto será normal, pero como le ocurre siempre, entiendo que pueda serlo en las etapas del celo de algunas gatas.
Pero esta última vez, durante esta semana que ha estado en celo, todo iba igual que siempre hasta ayer por la tarde, en que la vi como decaída. Por la mañana estuvo bien, revolcándose mucho y maullando, pero por la tarde, estuvo todo el tiempo en la esquina de la cama, sin moverse. Apenas ha maullado y ha estado demasiado tranquila durante toda la noche. Esta mañana, la veo como muy floja. Ha querido subirse a la cama, y le ha costado trabajo, cuando ella da saltos mucho más grandes sin esfuerzos. La veo como muy triste, tumbada al sol en la ventana. Ha comido, lo cual entiendo que es buen síntoma, pero la veo muy floja. ¿Puede ser agotamiento tras el celo? ya que estuvo estos dos días anteriores sin parar apenas de revolcarse por todos lados.
Está así desde ayer tarde del sábado, y hoy domingo, para que la vean, debería ir a un veterinario de urgencias. Pero en casa no estamos nada bien de dinero, y al ser urgencia costaría muy caro. Solo quiero saber si debo alarmarme, y si debería llevarla a urgencias, o puedo esperar a llevarla a su veterinario normal si no se le pasa de aquí a mañana lunes, o incluso si está dentro de la normalidad en algunos casos de celo, aunque deba vigilarla.
Les agradecería mucho su respuesta. Gracias.